PREFACIO
Cuando se cuenta una historia personal que implica un ejercicio de la memoria y se afirma que no será una autobiografía, siempre existe el peligro de que se tome como un pudor algo hipócrita o como una coquetería intelectual para esconder, quizá, una duda razonable sobre el interés de lo escrito. En el mejor de los casos, se ve como un juego a la manera del cuadro de Magritte, donde bajo una perfecta pipa dice «esto no es una pipa».
Pero cuando señalo que esto no es una autobiogr